TELL NORTE SEPTIEMBRE 2018

38 tell. cl Para ella, el arte es algo cotidiano, un oficio que se mezcla con la vida, completamente ligado a su ho- gar. Por eso, lo invade todo. Ha estado inmersa en este mundo por décadas, siempre creando, ense- ñando y aprendiendo con profesores que describe como “maestros generosos para enseñar”. Siem- pre en la búsqueda de nuevos caminos creativos. AMOLDAR LA ARCILLA “Siempreme gustó pintar y en Temuco dictaba cla- ses, pero cuando llegué a Santiago, hace más de seis años, el maestro que yo tenía y que admiraba mucho, me dijo que no pintaba bien y me sugirió la escultura”, recuerda. Con toda humildad acogió el consejo y fue así como se enamoró del gres. ¿Qué fue lo que te gustó? La materialidad. El tocar. El hecho de que tú lo amoldes, se vuelve una pasión. Para mí es un vi- cio y una fuente de compañía. ¿En qué sentido el arte te acompaña? Llena mis espacios. Me acompaña mucho y me entretiene. Soy una mujer que tiene mucha fe, que cree que todo pasa por algo y que todo tiene su tiempo, y este es un tiempo para mí. Me puedo demorar tres semanas en hacer una escultura y eso tiene que ver con el momento y con la edad. Tiempo y paciencia, algo que parece escasear en estos días... Yo creo que el trabajo manual ahora está volvien- do. Por una parte, mis pares lo están revalorando, pero también los jóvenes están con esta idea de Soy una mujer que tiene mucha fe, que cree que todo pasa por algo y que todo tiene su tiempo, y este es un tiempo para mí. Me puedo demorar tres semanas en hacer una escultura y eso tiene que ver con el momento y con la edad”.

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