TELL NORTE MARZO 2019

compramos porque nuestro sueño era hacer un hostal inspirado en el espíritu del Valle del Elqui y hace diez años iniciamos el proyecto. Era una casa abandonada, en un terreno de algo más de ochocien- tos metros cuadrados y lo que hicimos fue conservar parte de ella, porque así lo exige el Consejo de Monumentos Nacionales. Con- tamos con once habitaciones y con capacidad para veinticuatro personas”, señala la propietaria de este hostal, Jeannette Slaibe. Continuo a la recepción y a una pequeña boutique que ofrece artesanías típicas de la zona, se encuentra la habitación principal; este es uno de los espacios originales de la casona que conservaron y que llama la atención por su tamaño, por sus muros de barro y por los respaldos de las camas, elaborados con las añosas puertas de esta casa. La cocina, el comedor, un spa y una cálida sala de estar decorada con una serie de cerámicas, telares, réplicas diaguitas y donde sobresale un muro cubierto con el antiguo piso de madera de la casa, forman la antesala de un jardín que sobrecoge. Un sendero va abriendo el camino a diversas terrazas con distintas ambientaciones, entre ellas, destaca un fogón de piedra que simula un entierro indígena y un muro, réplica del Pukara de Lasana. “Mi marido, Armando Rodríguez, se ha encarga- do de todo el diseño del hostal y yo de la decora- ción. Nos hemos preocupado de ambientar este espacio utilizando materiales nobles y recicla- dos, es decir, maderas, cañas, rejas, durmien- tes, piedras, fierro, palets y hemos ido incorpo- rando obras de reconocidos artistas locales, entre ellos, los ceramistas Ulises y Palominos”. Durante tres años consecutivos, Terra Dia- guita ha sido reconocido con Certificado de Excelencia por TripAdvisor. En el 2017, fue seleccionado por Trivago como uno de los ocho hostales chilenos que hay que visitar, y DetectaHotel lo distinguió entre los veinte me- jores hostales boutique de Sudamérica (www. terradiaguita.cl ).

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