Tell Concepcion septiembre 2018
El amplio comedor deja ver sillas de madera de castaño del sur. Las patas de mármol de la mesa vidriada se compraron en la marmolería del cementerio de Recoleta en Santiago. El centro de mesa es de Brasil. FACTOR AGUA En la entrada —y coronado por un gran espejo—, el arrimo de már- mol con base de ónix irregular es un gran acierto. Una especie de puente une el hall de entrada con el comedor de diario y la terraza. “No sé si es porque soy piscis, pero me encanta al agua y pedí que la casa tuviera varias piletas. Tenía veinte años cuando me traje mi primera fuente de agua de uno de mis viajes”, cuenta su dueña, con una sonrisa. La amplia cocina, con cubierta de granito, tiene un gran patio de luz. “En el diseño me preocupé especialmente de que el quincho, el comedor de diario y la cocina estuvieran cerca”. Aprovechando la imponente vista al mar, tanto la terraza como el jardín se proyectaron hacia el exterior. En el sector del quincho, se construyó un muro de contención adosado a la pandereta de la casa vecina. El muro se revistió en porcelanato con mosaico y quedó como un muro en obra “ideal como mesón”.
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