Concepcion julio 2018
Trabajo con más de doscientas especies de árboles y la gran gracia de esto es que tú, tus hijos y tus nietos pueden ver el árbol, ¡viven más de doscientos años!”. Desde hace algún tiempo, Mauricio se ha espe- cializado en “jardines japoneses”, y en jardineras o patios interiores de pocos metros cuadrados logra recrear la magia de oriente, con un toque zen. “La arquitectura y el paisajismo van de la mano, me encanta intervenir los espacios y que se vuelvan el eje de la casa, un lugar que te dé energía. En mis propuestas siempre incorporo volcanes de agua, cortezas, además de piedras de colores que recolecto de todo Chile. Yo crío ár- boles especialmente para este tipo de jardines, me caracterizo por entregar jardines que dan la impresión de haber estado toda la vida. Son es- pacios que requieren poca mantención y que, sin duda, ayudan al buen vivir”. Para quienes gustan de esta técnica ancestral y quieran apreciar el trabajo de Mauricio Allel, pueden acercarse al Pueblito de los Domínicos y visitar el museo que allí tiene desde hace quince años. “El mío es un trabajo diferente a lo que tú ves en todas partes; de hecho, en Chile no me consideran un bonsaista japonés, me conside- ran un artista, porque lo que yo hago es modelar la naturaleza”. ¿Algún pendiente? Me encantaría que el día de mañana quedara un legado, una huella; amo lo que hago, es mi vida, estoy todo el día en esto. Quiero hacer un lugar que sea de peso para que todas estas especies perduren en el tiempo. T ESPACIO inmobiliario 78 tell. cl
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