Concepcion julio 2018
E En su taller, ubicado a orillas de la carretera, en el camino a Santa Juana, la agrónoma, Jacqueline Vergara, muestra a quienes la visiten sus trabajos en fieltro. Cuadros o figuras, con variados tamaños y motivos, que representan, sobre todo, aspectos de la cultura mapuche. Esta línea de produc- tos fue la que mostró en Ámsterdam el año pasado, donde fue invitada a exhibir y explicar sobre sus obras en fieltro, al público de una tienda dedicada a la artesanía latinoamericana. Jacqueline se siente muy orgullosa de la sangre mapuche que corre por sus venas, y que viene de su línea materna: “mi bisabuela vivía en una ruca en la Cordillera de Nahuelbuta, donde tejía en telar mapuche”. Por eso, cree que fue tan natural su gusto por los trabajos en lana, y también el haber estudiado Agronomía, por el contacto con la tierra. INTERESES Las principales motivaciones de Jacqueline son sentir la lana en sus de- dos, crear sus propios colores para teñir la lana, e incursionar en los mo- tivos de acuerdo a lo que le interesa hacer cada día. Siempre hace varios cuadros a la vez, generalmente con diseños étnicos e infantiles. Entre sus artesanías, destacan los cuadros, muñecas, figuras y prendas de vestir. En su colorido taller también hace clases, que pueden ser personalizadas o a grupos pequeños, lo que le permita el tiempo, porque su principal ocupa- ción es su trabajo en el municipio local, donde apoya a los campesinos de la zona como agrónoma. ¿Qué es lo que te gusta de trabajar con lana? El trabajo con la lana me permite una conexión interna, me relaja y conec- El trabajo con la lana me permite una conexión interna, me relaja y conecta con mis ancestros. Logro aprender, crear, jugar y soñar”. Mi bisabuela vivía en una ruca en la Cordillera de Nahuelbuta, donde tejía en telar mapuche”.
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